Tuesday 24 June 2008

Freetown Christiania en Copenague, Dinamarca

En el centro de la capital más importante de Escandinavia y a unas 20 cuadras de donde gobierna la Reina de Dinamarca está Freetown Christiania, el lugar donde vender, comprar y consumir marihuana está permitido pero tomar fotos no. Así que sólo hay esta foto mía:


Mucha banderita de Jamaica. Mucha gente de todos colores, alguna medio quemada, otra no tanto y nosotros. Calles empedradas con kioskos de chocolate, cerveza y mariajuana a izquierda y derecha. Construcciones bajas de una o dos plantas donde gente entra previa contraseña y calculo que cosas más duras pasan ahí. Música de Bob Marley en el aire. Un lugar donde venden café con leche (así escrito, en argentino) y ojo de bife de carne argentina (eso escrito en danés). Eso en el "centro". Desde ese punto se puede dar una vuelta alrededor del lago, y alrededor de ese lago hay casitas donde viven estos chalaman. Las casitas son simpáticas, pequeñas, construidas con madera y cosas rescatadas y desde afuera parece que hiciera calor adentro. Algún jardincito, algún fogón prendido y ni una sola persona. En el lago había un velero de juguete. Afiches de festivales "alter"nacionales y de "salvemos a Christiania" y de "evitemos que el gobierno derribe los árboles de Christiania". La cara del Che estampada en tres o cuatro lugares.

La historia es que ahí hubo una guarnición militar que fue quedando sin uso luego de la Segunda Guerra y al ser cerrada fue ocupada por homeless y hippies a partir de 1967. Tiene un estado legal raro desde aquella época, como raro debe ser el estado legal de la Villa 31 de Retiro. Que es lo más parecido que tenemos y que quizá algún día se pueda visitar de la misma forma, para que así se integre y haga más rica nuestra ciudad.

Estas palabras escribió Jacob Ludvigsen quien la declaró abierta el 26 de setiembre de 1971: Christiania es la tierra de los colonos. Es hasta ahora la mayor oportunidad de construir una sociedad desde cero - aún incorporando las construcciones que ya existen. Nuestra central eléctrica propia, una casa de baños, un gigantesco edificio de atletismo, donde todos los buscadores de la paz podrían tener su gran centro de meditación y yoga. Salas de teatro donde los grupos pueden sentirse como en casa. Edificios para los stoners demasiado débiles y paranoicos para participar en la carrera ... para aquellos que se sienten los latidos del primer corazón no puede haber dudas en cuanto a los efectos de Christiania. Es la parte de la ciudad que ha sido mantenida en secreto para nosotros - pero no más

La miradita pícara de Jacob


No sé si queda mucho del espíritu inicial, pero me gusta imaginar el ambiente en los setentas, con tantas utopías floreciendo aquí y allá.

El artículo en Wikipedia está interesante. Desarrolla el concepto original, amplía los datos puntuales y detalla la cronología de la resistencia, que en los últimos años se les vuelve más empinada. También cuenta lo que pasó cuando el cronista de un programa de TV se propuso poner a prueba la tolerancia y buena onda hippie amor y paz de los residentes, construyendo una cabañita por ahí o intentando vender productos del "sistema" como Coca Cola y naranjas de Israel, con el argumento de que eso no podía ser peor que vender cannabis a menores.

Afuera del barrio de droga libre y fotos prohibidas hay un país -Dinamarca- y su capital -Copenague- que, estando a unos pocos km de Malmö es bien distinto, y en cierto sentido podría ser un subproducto mutante de Buenos Aires y Malmö: están los escandinavos, sus bicicletas, su sobriedad y su mar metido dentro del paisaje urbano pero hay más descontrol, más mugre, más movimiento, más ruido, subte, caos y gente fuera de la línea. Y en ciertas calles de ciertos barrios, las mismas nubes de marihuana y los mismos fumancheros que paran en 24 de noviembre y Alsina.

Volvemos a Suecia, tranquila y previsible.

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