Ninguno de estos rioplatenses -excepto el que toma la foto- vino a Suecia por turismo. Todos quedaron afuera de la Argentina y el Uruguay en el juego de la silla o la ruleta rusa, hace ya treinta anios. Escaparon de la oscuridad y el miedo. Si tuviera o tengo alguna metafísica culpa por eso quisiera o quiero pedirles mis disculpas.
Buscando sobrevivir encontraron su vida y su lugar en el mundo. Y un poco contradiciendo un post anterior, Suecia no les dió 90 días sino todos los días que necesitaron y todas las cosas que necesitaron. Les dio lo que el otro país les quitó.
A mí Suecia siempre me sonó a ABBA, a Volvo y al país donde iban los refugiados políticos. Ahora conocí a algunos. No conocí sus historias, todavía. Pero Carlos el uruguayo me mostró anteayer la primer casa donde vivió 28 anios atrás. La escalera 42 significó mucho para él, o significa mucho ahora cuando me cuenta algunos detalles y los ojos se le ponen un poco húmedos. O son mis ojos?
Mi padre también es uno de ellos. A él no lo expulsó el terror sino la falta de perspectivas, un futuro que se volvía cada vez más angosto. Es distinto o es lo mismo. Pero yo creo que por eso en la foto aparece un poco más atrás, medio caminando hacia otra parte. Puede que él llegue a tener ganas de volver...
Ahora están todos aquí. Perdieron mucho o poco en el camino. Perdieron vínculos y se les enredaron las raíces. A cambio de eso, criaron hijos bilingues, esos hijos de a poco les van dando nietos, tienen proyectos y dejan un legado. Así que parece que al final ganaron.
Victoria Clara es el nombre de una canción de Bersuit que en realidad habla de otra cosa pero me vino dando vueltas por la cabeza.
Por otra parte, nosotros los perdimos a ellos, que ahora son de acá. Por esa razón, y sólo por esa, pensé que quizás Victoria Clara es sólo la mitad de la historia esta.
1 comment:
que lindo nota
lindo lindo
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